¿Quieres EmocionArte conmigo?



¿Racional o Emocional?

Te consideras una persona racional o más bien emocional? O igual tienes un poco de ambos. Muchas veces, cuando nos enfrentamos a una decisión importante, familiares y amigos nos ofrecen su ayuda, y seguro que alguna vez te han dicho: déjate guiar por el corazón, o… en estos momentos deberías hacer más caso a tu cabeza. ¿De qué depende? ¿Y por qué uno o el otro? ¿Tan extremos son? ¿Tanto se repelen? 

Para mí, que trabajo en el aula, emocionar es un reto diario, aunque la música me ayuda bastante a conseguirlo, todo hay que decirlo. Está comprobado que el aprendizaje es más significativo cuando el sujeto se implica emocionalmente en él. Ya lo afirmó Platón: “todo aprendizaje tiene una base emocional”. Como decía antes, está comprobado; y además lo he comprobado personalmente, añado. 

Pero no vayamos tan rápido. Igual estoy marcando una clara tendencia hacia las emociones e igual tú opinas todo lo contrario. Y vuelvo con el gran filósofo, el mismísimo Platón en la mismísima Grecia, y su metáfora del auriga que representa lo racional, y los dos caballos que éste conduce, que simbolizan lo afectivo (bueno-motivación) y apetitivo (malo-emoción). Conclusión de la metáfora: la razón domina la emoción, que es mala. ¿Verdadero o falso? Vayamos al tema.

Piensa en tu día a día. La gente que te rodea, situaciones que presencias o que vives de manera más activa. Recuerdo aquella vez que se nos acercó a mi bebé y a mí un hombre mayor, diciéndome: es el milagro de la vida (observando a mi hija, que a penas tenía 4 meses). En este escenario descrito hay muchas emociones de por medio. En sólo 5 segundos ocurrieron todas estas: ternura, ilusión, alegría, felicidad, y sólo contando las emociones por mi parte. Si añadimos las que sintió el entrañable abuelito antes de decir la frase mágica, más las que has pensado tú, seguro que hallamos muchas más. 

Con esto te quiero decir, que el hecho de sentir está a la orden del día. A no ser que seas un ficus, que no creo. Además, ya sabemos lo que dicen de las plantas, que al acariciarlas, regarlas y demás, sienten y vuelven a respirar de nuevo. Mi intención no era convencerte de nada, pero seguro que lo he conseguido sin querer, y es que Platón era muy sabio, pero qué lastima que no conociera a fondo este mundo repleto de emociones y ver el lado positivo de las mismas y todo su potencial.

Nuevos horizontes...

¿A qué viene ahora esta apología del mundo emocional? Pues verás, he decidido por fin qué nueva perspectiva tendrá mi blog personal. Me he preguntado a mí misma, qué es lo que realmente me interesa y qué quiero saber. De esta manera, han surgido una serie de temas que son: el arte, la psicología, con las emociones concretamente aunque no solamente, y la filosofía; y otro tema en el que no me atrevo a entrar de momento, pero que me llama mucho la atención, que es el mundo de las religiones orientales: budismo, confucianismo, sintoísmo, hinduismo, entre otras. Supongo que también os acabaré hablando de ellas, porque desde mi vertiente atea me atraen ya hace bastante tiempo, sobretodo después de mis viajes a Japón e Indonesia.
Pero vayamos al tema principal y al que ha dado nombre a este nuevo blog: “EmocionArte”. Emocionarnos ya hemos visto que sí, que todos nos emocionamos, otro tema es que lo expresemos y lo comuniquemos a los demás. Eso lo podemos desarrollar más adelante. Lo que realmente me interesa estudiar y se trata de un reto personal, es cómo están relacionados los dos conceptos: arte y emoción, y descubrir qué otros aspectos pueden derivar de ellos y de su relación. Por ejemplo, poder interpretar una pintura, una escultura, una pieza musical desde la perspectiva emocional, a parte de otras más formales y simbólicas o iconográficas. También tener en cuenta no sólo lo que ha querido transmitir el autor, sino lo que realmente capto yo al verla o escuchar esa pieza artística, en la que ha habido un proceso creativo repleto de emociones, seguro.

Con todas estas novedades y esta nueva mirada en mi blog, no pretendo infravalorar todo lo anterior, que ha sido lo más de lo más en mi vida. Tener a mi hija ha sido legendario no, lo siguiente. Contarlo y compartirlo me ha ayudado a sentirme más acompañada, si cabe durante el embarazo. Pero hablar sobre la crianza, la verdad sea dicha, no me apetece demasiado. La bichita crece a ritmo acelerado, y a penas tengo tiempo de asimilar y sintetizar ciertos temas. Prefiero vivirlos, sin más.

Ahora mismo, siento enorme curiosidad por nuestro estado emocional, siempre presente pero cambiante, y lo que se origina de él. ¿Estás preparado para EmocionArte conmigo?

Comentarios

¡Estoy en Bloguers!