Estoy llorando. No me conoce. Pero se acerca a mí. Me
pregunta: Estás bien? Qué te pasa? En seguida, antes de que le pueda contestar,
si es que puedo, me dirá: venga, tranquilízate, no llores.
¿Por qué “no llores”?
Lo mismo me sucede ahora con mi hija de dos años. Cuando llora, lo primero que
me sale decirle es: no llores. ¿Por qué “no llores”? Perdonad que lo pregunte
de nuevo, pero es que me ocurre cada vez que llora y quisiera insistir lo mismo
que insisto al decírselo yo a ella. ¿Por qué no quiero que llore? ¿Por qué de
primeras, no le dejo expresarse o comunicarse con el llanto? Tantas preguntas
en ese mismo instante, me hacen cambiar de opinión, e inmediatamente después la
dejo llorar hasta que está preparada para contarme qué le pasa.
Si reflexiono a posteriori, no es que quiera prohibirle llorar. Yo quiero que se desahogue, que saque lo que lleva dentro, que no se quede ni una miguita de dolor, pero ahora ya sé por qué le digo que no y le seguiré diciendo que no las próximas veces que ocurra, al menos de primeras, porque es lo que me sale.
Nos duele ver llorar. Lección de empatía dónde las haya. No nos gusta ver llorar a nadie y menos a nuestr@s hij@s. Nos duele, es superior a nosotr@s, no lo soportamos. El segundo motivo es que necesitamos saber qué le pasa para poder ayudarle, y la única manera de hacerlo lo antes posible es que deje de llorar para poder hablar. Por eso le decimos “no llores”.
Si reflexiono a posteriori, no es que quiera prohibirle llorar. Yo quiero que se desahogue, que saque lo que lleva dentro, que no se quede ni una miguita de dolor, pero ahora ya sé por qué le digo que no y le seguiré diciendo que no las próximas veces que ocurra, al menos de primeras, porque es lo que me sale.
Nos duele ver llorar. Lección de empatía dónde las haya. No nos gusta ver llorar a nadie y menos a nuestr@s hij@s. Nos duele, es superior a nosotr@s, no lo soportamos. El segundo motivo es que necesitamos saber qué le pasa para poder ayudarle, y la única manera de hacerlo lo antes posible es que deje de llorar para poder hablar. Por eso le decimos “no llores”.
El
post de hoy no es un homenaje al llanto. Sólo pretendo dar visibilidad al poder
del mismo, tanto en la misma persona, como en ella con las demás. Por eso, una
vez más tengo que agradecer a tantas mujeres buenas que me siguen y que me
ayudan, día si día también en la llamada realidad 3.0, sin esperar nada a
cambio.
Lancé
la pregunta:
¿cuándo fue la última vez
que lloraste?
Estas
fueron sus respuestas:
@Madre_Superada
Esta tarde, en una juguetería, mientras veía
feliz a mi hijo. De rabia.. por lo injusto que es todo, por todo lo que le ha
pasado en tan poco tiempo, estoy muy furiosa. Y lloro de rabia e impotencia.
…
Si...a veces lloro también de felicidad y alivio por verle
salir adelante
@laBebedePucca
Hace algo más de un mes. Por echar de menos
amigos. Necesitaba descargar emociones.
@may_zj
Hace una semana, por ver mal a mi hermana.
Empatizo mucho con las personas y soy muy sensible..
@soyropita
Desde hace una semana casi cada día. El hijo de un familiar muy cercano
está pasando por la peor pesadilla que puede pasar un niño de 11 años. Lloro
cuando veo a mis hijos sanos y no puedo evitar acordarme de ellos. La vida es
muy injusta.
@esconditedemama
El miércoles después que me dieran los resultados de unas
pruebas, lloré de alivio, del estrés de las semanas de espera y de la alegría
de saber que no era nada grave.
Conmovedoras palabras es
poco. Seguro que os habéis visto reflejad@s en alguna de ellas.
¿Por qué lloramos?
Es algo que surge sin pensar, por lo tanto tiene que ver con la emoción si o si. Dejo a un lado las razones fisiológicas, relacionadas con el dolor. O el llanto “cebollil”. Decía emocional en tanto que, el llanto resulta un mecanismo de defensa para gestionar nuestras propias emociones.
Algun@s científicos han afirmado que el llorar tenía efectos relajantes, precisamente porque el llanto podría ayudar a eliminar sustancias químicas estresantes del cuerpo. Otr@s barajan la posibilidad de que el llanto resulte una estrategia para acercarnos emocionalmente a los demás. Me explico. Cuando lloramos, nublamos la vista. Las lágrimas, en cierta manera nos dejan indefensos y funcionan como señal de sumisión.
El llanto transmite vulnerabilidad, ya lo hemos visto y comentado al inicio del post. Si soy más vulnerable, tengo más capacidad para inhibir comportamientos agresivos hacia o entorno a mí. Así pues, las lágrimas pueden ayudar a construir y fortalecer relaciones personales. Y si varias personas lloran simultáneamente, los vínculos se refuerzan aún más. ¿No estaréis pensando lo mismo que yo? ¿Pensando en la risoterapia? ¡No me digáis que también existe la lloroterapia! Y yo sin saberlo…
¿Por qué lloramos?
Es algo que surge sin pensar, por lo tanto tiene que ver con la emoción si o si. Dejo a un lado las razones fisiológicas, relacionadas con el dolor. O el llanto “cebollil”. Decía emocional en tanto que, el llanto resulta un mecanismo de defensa para gestionar nuestras propias emociones.
Algun@s científicos han afirmado que el llorar tenía efectos relajantes, precisamente porque el llanto podría ayudar a eliminar sustancias químicas estresantes del cuerpo. Otr@s barajan la posibilidad de que el llanto resulte una estrategia para acercarnos emocionalmente a los demás. Me explico. Cuando lloramos, nublamos la vista. Las lágrimas, en cierta manera nos dejan indefensos y funcionan como señal de sumisión.
El llanto transmite vulnerabilidad, ya lo hemos visto y comentado al inicio del post. Si soy más vulnerable, tengo más capacidad para inhibir comportamientos agresivos hacia o entorno a mí. Así pues, las lágrimas pueden ayudar a construir y fortalecer relaciones personales. Y si varias personas lloran simultáneamente, los vínculos se refuerzan aún más. ¿No estaréis pensando lo mismo que yo? ¿Pensando en la risoterapia? ¡No me digáis que también existe la lloroterapia! Y yo sin saberlo…
Yo he llorado muchas veces, y os puedo asegurar que
la mayoría, por no decir todas, me han hecho sentir después ¡tan y tan
bien! He llorado, como mis compis decían arriba, de impotencia, de rabia, por
injusticias, pero también de felicidad, alegría y alivio; ¡y de risa, por
supuesto!. En numerosas ocasiones por desgracia, he llorado por la muerte, o
incluso por la enfermedad, también por saber que sigo viva y ¡tengo tantas
cosas que hacer! Echar de menos a alguien que quieres tanto o no conseguir tus
propósitos a pesar de tus grandes esfuerzos… hay tantos motivos para llorar…
Tal y como os decía antes, el llanto puede hacernos parecer más vulnerables, pero a mí personalmente me ha hecho más fuerte. Fortalecer nuestro yo mediante el llanto. Qué poco se habla de ello…
Tal y como os decía antes, el llanto puede hacernos parecer más vulnerables, pero a mí personalmente me ha hecho más fuerte. Fortalecer nuestro yo mediante el llanto. Qué poco se habla de ello…
Comentarios
Publicar un comentario